Universidad autónoma Benito Juárez de Oaxaca

Facultada de arquitectura 5 de mayo Proyecto: Diseño de una faculta de arquitectura Primer nivel intermedio l-l cuarto semestre grupo “c”

miércoles, 9 de septiembre de 2009

LA ARQUITECTURA DEL SIGLO XIX

Apartir de la revolución Industrial que aporta nuevos materiales y el deseo de buscar nuevas formas que no tengan inspiración en la antigüedad. Este divorcio entre ingenieros (defensores de los nuevos materiales) y arquitectos (defensores de la tradición) culminará un siglo después en la creación de un lenguaje nuevo, que una de nuevo los intereses de unos y otros, dando lugar a la arquitectura del siglo XX.

Tendencias - Historico y Eclecticismo
Fechas- 1915-1890


El Historicismo es una corriente que surge tras la caída del Imperio Napoleónico, coincidiendo con el Romanticismo y que busca la fuente de inspiración en los estilos de la Edad Media (como reacción al Neoclasicismo) y especialmente en el gótico. Algunos de estos arquitectos se ayudan de los nuevos materiales (hierro colado, hormigón armado) aunque disfrazados de formas históricas. Destacan Viollet-le Duc en Francia o Charles Barry y Augustus Pugin en Gran Bretaña.

El Eclecticismo supone un periodo donde cada artista de manera individual (libertad romántica) busca su fuente de inspiración en los estilos históricos, escogiendo los elementos que más les interesen y mezclándolos con un resultado final diferente. Empiezan a usar los nuevos materiales con criterios cada vez más racionales en un deseo de unir lo útil y lo bello. Destaca la aportación de los arquitectos norteamericanos

Tendencia-Arquitectura del Hierro
Fechas-1850/1890





En la segunda mitad de siglo triunfa una corriente arquitectónica que opta decididamente por la utilización de los nuevos materiales (hierro colado, acero, hormigón armado, cristal) con un fin puramente estético, es decir, desnudos de reminiscencias históricas. Surgen así edificios que se adaptan a las nuevas funciones que demanda la nueva sociedad industrial como: estaciones de ferrocarril, pabellones de exposiciones universales, salas de lectura, etc., junto con obras de ingeniería (puentes colgantes). En este contexto se construye en 1889 la Torre Eiffel.



Tendencias-Modernismo
Fechas-1890/1910



Es un movimiento estético que se desarrolla entre 1890 y 1910 que afecta, fundamentalmente a la arquitectura, aunque también a otras artes “menores” como el diseño de muebles, joyas. Puede considerarse punto de unión entre el siglo XIX y el XX, ya que por un lado utiliza los nuevos materiales pero por otro aún no rompe con los estilos históricos decimonónicos. Pueden establecerse dos corrientes diferentes:
El modernismo denominado “ondulante” que pretende imitar las formas de la naturaleza (organicismo), para lo que recurre a la línea curva (la línea recta no existe en la naturaleza). Esta corriente se da en Bélgica, donde destaca Víctor Horta; Francia con la figura de Hector Guimard (bocas de metro de París) y en España con la figura de Antoni Gaudí.
El modernismo “ortogonal” que valora la línea recta y busca la decoración geométrica, que se considera precedente del racionalismo moderno y que se desarrolla en Austria Otto Wagner y Gran Bretaña Mackintosh


Tendencia-Escuela de Chicago
Fecha-1880/1920

Se denomina así a una corriente arquitectónica americana que tiene su mayor desarrollo en la ciudad de Chicago. Es la creadora de los “rascacielos”, edificios concebidos en altura, en un primer momento destinados a oficinas o grandes almacenes y posteriormente a viviendas. Esta corriente se considera precursora inmediata del movimiento moderno ya que a pesar de que los edificios resultan demasiado ornamentados, es la primera vez que los aspectos técnicos y funcionales son más importantes que la decoración Los principales representantes de esta escuela fueron Le Baron Jenney y L Sullivan

La característica fundamental de la arquitectura del siglo XX es el deseo de encontrar un lenguaje propio del siglo XX que se adapte a las nuevas necesidades: aumento de la población, desarrollo de las grandes ciudades, desarrollo técnológico. Para ello se utilizarán los nuevos materiales, no sólo con un valor estructural sino también con un valor estético. Se prefieren las superficies desornamentadas, donde predomina el color blanco, y las formas simples, llegándose a los volúmenes geométricos: cilindro, cubo y esfera (racionalismo). Las dos tendencias que van a darse en el siglo XX serán:

El funcionalismo: corriente que pretende adaptar la forma a la función del edificio, prefiriendo las superficies desornamentadas y que culminará en el racionalismo.
El organicismo: que a diferencia del anterior, intenta imitar las formas de la naturaleza , introduciendo un carácter más decorativo.

Podemos dividir la arquitectura del siglo XX en tres fases:
1. Hasta 1945, donde se produce el debate entre funcionalistas y organicistas
2. Desde 1945 hasta los años 60: Triunfo del racionalismo y creación del llamado Estilo Internacional
Desde 1960-60: puesta en cuestión de la arquitectura moderna: surge la “posmodernidad”

Tendencia-Corrientes funcionalistas

Las primeras corrientes funcionalistas se dan en el período de entreguerras, pero triunfan realmente después de la Segunda Guerra Mundial donde los arquitectos del siglo XX consiguen establecer unas pautas comunes para la construcción de los edificios que se adaptan a las necesidades de las ciudades modernas: surge así el llamado Estilo Internacional.

La Bauhaus. Se trata de una escuela de arquitectura y diseño que es el centro del movimiento moderno y tiene su desarrollo en Alemania en el período de entreguerras y que culmina con el acceso de los nazis al poder. Destacan las figuras de Walter Gropius y Mies Van der Rohe.
Walter Gropius es a la vez urbanista y arquitecto y realiza edificios de hormigón con amplias superficies acristaladas como la Escuela de la Bauhaus en Dessau.
Mies Van der Rohe fue el último director de la Bauhaus y se le considera una figura clave de la arquitectura moderna y del funcionalismo. Defiende la “pureza de los materiales”, lo que le lleva a realizar edificios desnudos de decoración. Ejemplos: Pabellón alemán de la Exposición Universal de Barcelona en 1929.

Le Corbusier.

Es la gran figura de esta época. Fue a la vez teórico y arquitecto, y en sus obras escritas (Hacia una arquitectura) llevó a cabo grandes propuestas urbanísticas: proyectos de ciudades pensadas para una población millonaria (Proyecto para una ciudad de tres millones de habitantes). Las ciudades de Le Corbusier estarían compuestas por bloques de edificios de gran altura (rascacielos), elevados mediante pivotes y donde las vías de comunicación estarían sobreelevadas con el fin de destinar el máximo espacio posible a las zonas verdes. Estos proyectos se basaban en el concepto de zonificación, es decir, el reparto por zonas (barrios) de las diferentes funciones de la ciudad.
En sus obras construidas (Villa Saboya) predomina un tipo de arquitectura racionalista, con superficies desornamentadas y formas geométricas, donde el arquitecto trató de crear un estilo que rompiera con todo lo anterior.

Corrientes organicistas
Paralelamente al racionalismo y funcionalismo, surgen otras corrientes arquitectónicas que a pesar de romper con lo anterior, siguen valorando la decoración de los edificios, tratando de integrar el edificio en su paisaje natural. Esta corriente tuvo gran desarrollo en Estados Unidos y el máximo representante es Frank Lloyd Wright, cuyas obras principales son La Casa de la Cascada y el Museo Guggenheim de Nueva York.

www.educa.madrid.

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