El arquitecto procede de manera semejante. A partir de su vivencia llega a la composición.
Es necesario cuidar de imaginar al arquitecto como la fuente de solución a todo problema que se le plantee, es fundamental conocer el problema antes de intentar una propuesta.
Todo programa, en su aspecto general se refiere por lo visto a una serie de determinantes y fines esenciales que proceden del habitat y de la cultura; de tal modo que el arquitecto de todos los tiempos ha aprendido estos determinantes en lo geográfico � físico y en lo geográfico cultural; pero no debe perder de vista que en todos los casos, frente a estos dos macizos haces se alza la misma cultura como orientadora y nervio o alma de estructuración, de su aprehensión y, cosa importante, de su autocontemplación.
deben ser resueltas por el arquitecto para determinar claramente las exigencias de habitabilidad que orientarán todo el proceso arquitectónico.
ESPIRITUAL-ESTETICO
SOCIAL-SIMBOLICO
BIOLÓGICO-BIOCLIMATICO
FISICO-ANTROPOMETRICO
Otro aspecto importante a destacar es el planteamiento de resolver de forma "integral" las necesidades humanas al exponer expresa su inquietud porque el hombre encuentre satisfacción a su condición física, biológica, social, psicológica, y estética. Sólo al satisfacer todos los requerimientos se lograría una completa habitabilidad y una concepción total de las necesidades.
La identificación de estas diferentes dimensiones de la habitabilidad no es tarea fácil, sobre todo los elementos psicosociales y estéticos, en los que la cultura manifiesta el modo de pensar y juzgar, al grado tal que modifican el juicio de lo físico y biológico dependiendo de la formación social en que se desarrollado una manera de pensar. Es necesario hacer algunas observaciones más sobre estos aspectos.
La manera de valorar un espacio construido, no depende de criterios únicos y universales, al observar en diferentes épocas, diversas manifestaciones de ser y vivir, se encuentran diferentes maneras de dar contenido y expresión a las obras arquitectónicas, de manera tal que la manera de evaluarlas no depende de lo que personalmente piense un crítico, depende de la correcta ubicación en el tiempo y el espacio de la obra y de la correspondencia entre las necesidades y aspiraciones de la sociedad con los espacios que construyó.
La identificación de estas diferentes dimensiones de la habitabilidad no es tarea fácil, sobre todo los elementos psicosociales y estéticos, en los que la cultura manifiesta el modo de pensar y juzgar, al grado tal que modifican el juicio de lo físico y biológico dependiendo de la formación social en que se desarrollado una manera de pensar. Es necesario hacer algunas observaciones más sobre estos aspectos.
La manera de valorar un espacio construido, no depende de criterios únicos y universales, al observar en diferentes épocas, diversas manifestaciones de ser y vivir, se encuentran diferentes maneras de dar contenido y expresión a las obras arquitectónicas, de manera tal que la manera de evaluarlas no depende de lo que personalmente piense un crítico, depende de la correcta ubicación en el tiempo y el espacio de la obra y de la correspondencia entre las necesidades y aspiraciones de la sociedad con los espacios que construyó.
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